Retomo este cuaderno de bitácora después de varios días sin tocarlo. Acabo de terminar una exposición colectiva en la que presenté dos piezas. Me centro en la que más me ha interesado.Se trata de una escultura textil de las que he llamado textilmorfos. Son trabajos hechos con material muy pobre, telas de retor cosidas, de las que se emplean como lienzos para las pinturas. Estas esculturas , de las que ya llevo unas cuantas, me están produciendo muchas alegrías.
La idea original es convertir en objeto , el propio material destinado para representar esos objetos. Podemos emplear el lienzo para pintarlo o de este otro modo, lo cosemos y lo convertimos en el propio objeto. Me gusta esta pieza porque es un conjunto muy enigmático. Mezclo la infancia con la madurez, el protagonismo de tres personajes entre la masa que suponen los seis en total. He trabajado con dos figuras mas o menos reconocibles, la infanta Margarita y el príncipe Baltasar Carlos de Velázquez. El resto son figuras anónimas de la s que destaca un primer termino con más detalle en los ropajes y la figura de un adulto. Los demás son actores secundarios necesarios. La niña esta en el suelo y los demás han acudido a socorrerla con mas o menos curiosidad. El adulto esta con actitud de superioridad, a punto de alzarla o de firmar una extraña defunción.
En la relación de estos elementos y posturas , me gustaría que el espectador se parase a descifrar desde su perspectiva la composición que funciona como una escena de ninots de falla valenciana, un paso de semana santa, o pieza tridimensional de un retablo.
Trabajo sin patrón, añado tela de forma muy pictórica, donde la necesito para crear tal o cual volumen. El resultado esta vez me ha encantado y la presentación museologica más. Presentándolo en una vitrina de metacrilato, le dan al material un áurea de protección propia de las joyas de la corona, y una carga de delicadeza que completa la pieza.
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