23/3/09

Artistas amigos de artistas


No seré objetivo. Nunca lo soy, pero hoy quiero ser especialmente subjetivo. Que Juan me perdone.

El Jueves que viene 26 de Marzo en la galería Fernando Pradilla de Madrid a las 20 horas inaugura exposición individual Juan Gallego Garrido.

Nos conocemos desde el año 93 cuando empezamos la carrera. El venía de estudiar Físicas...menudo cambio tan drástico. A lo largo de los años de estudios fue "encrescendo" su oficio, y su interés por la pintura y toda técnica de representación como la fotografía el dibujo, etc. El caso es que empezó con carencias. Si carencias en relación a la pintura, carencias de uso de color, de dibujo, de composición, ...muchas carencias de las que nos reímos bastante. Frente a esas carencias había también mucho tesón, mucho interés, muchas ganas de aprender y sobre todo de disfrutar con cada trabajo. Esa ha sido una tónica general en su carrera. Al ver sus cuadros siempre he pensado, "este tío se deja la piel y lo disfruta en su resultado final". Con esto no quiero decir ni mucho menos que le salgan las cosas como churros y con facilidad, eso ha llegado más tarde y de hecho no termina de llegar. No en vano Juan es Doctor en Bellas Artes, con su tiempo extenso de tesis doctoral, tediosa y complicada. Además de todo esto se deja el talento en sus clases de la Universidad de Aranjuez dónde tiene un don especial para enseñar en oposición las carencias que pudo recibir en la Facultad de Madrid. Juan no es un profesor malo, de eso tuvo ejemplos y no cae en lo mismo.

le he visto pintar rincones de las clases para aprender, máscaras africanas aterradoras, paisajes nocturnos, y ahora desde hace ya varios años pintar desde la madurez de artista pleno. Sus temas desde "Principio de incertidumbre" nos muestran esa evolución desde lo mínimo como punto de partida hasta lo máximo. Hablar de la pintura de Juan es hablar de pintura con mayúscula. Es hablar de la concepción de oficio de pintor, el que es capaz de trasnochar, el que aprende de cada pincelada, de cada duerme-vela en busca de sus fines.


Algunos apuntes técnicos (con perdón) sobre su pintura:


La pincelada se ha soltado alcanzando más precisión si cabe.
Nada de estreñimiento pictórico. La mano esta suelta y el gesto sereno. Nada sobra.
Los cuadros están pintados sin miedo.
Interacción de los colores unos con otros magistral, con lo difícil que es utilizar el verde. El dichoso verde es un color que es muy conocido por el ojo , hay tanta variedad en el entorno natural que es muy difícil hacerlo creíble pintando. Complicadísimo de combinar. Juan se fía de lo que ve en la naturaleza.
El tratamiento de la luz roza el "sfumato" desde una perspectiva contemporánea.



Algunos apuntes conceptuales:

Cada cuadro de Juan es dramático. A mí me recuerdan a la balsa de la medusa de Gericault.
Son obras sobre la plenitud y el vacío.
Cada cuadro creo que nace crece se reproduce y muere en la retina, para volver a nacer después.
Son obras redondas. Cuando las miras en una sala te cuesta dejar una, para pasar a la siguiente.
Para mi estos cuadros son también denuncia biológica, terreno inconquistable, y algo tan estéticamente cuidado que me recuerda al arte oriental.
Son pura alegoría, tanto es así que si alguien dice que son cuadros decorativos, es mejor que se pase por Ikea para ver una "exposición"...
Temas arriesgados, podría ser un cursi pero es un salvaje, tan salvaje como un franco tirador.

Juan ahora, pinta a quemarropa. Sin complejos.
Suerte y véanlo antes de que crezca. Aunque solo sea por el orgullo de poder conocer la obra de un artista contemporáneo de verdad.


No es que sea amigo mío, que lo es. Es que es un gran pintor