15/11/09

Hunga!!! Hunga!!!

Esta semana la creatividad de la etapa de barbecho pictórico en que me encuentro se la ha llevado de nuevo el colegio de los pequeños. Están montando una cueva o caverna de la era del paleolítico. Pintando las paredes como los crogmañones y enseñándoles como se vivía en las cuevas, una forma estupenda de aprender cosas viejas-nuevas. Al mismo tiempo la semana pasada nos fuimos a la Ribera del Duero a una casa rural con amigos para conocer la zona. la verdad que preciosa. Nos vinimos con el maletero lleno de palos, piedras, cortezas y yesca para hacer un poco de cosillas de estas de los primeros pobladores. El resultado es tremendamente peligroso dado que seguí las instrucciones de la serie "Erase una vez el hombre". Nada aconsejable para críos de tres años. Hicimos las flechas con ramas verdes de tamarindo, rectas, acabadas en orquillas como las de un tira chinas pero tres brazos. Colocábamos las piedras en el centro y luego las atamos con hilo de bramante. Finalmente una capa de yesca mezclada con grasa animal a modo de pegamento. Como no tenemos grasa animal por casa y en nuestra ciudad el bisonte no se deja cazar, puse acetato de polivinilo que es mas sencillo de emplear y de lavar. Por otra parte para la cueva, hemos hecho un mechero de los de la época, imitando la forma de transportar el fuego de la película "en busca del fuego " de Jean Jaques Annaud. Además del mechero paleolítico una antorcha con cortezas y mucha yesca. Como no queríamos prenderlas las pintamos con las típicas ceras Manley con algún punto rojo y naranja que representara el rescoldo y luego el humo con guata sacada del interior de un forro de abrigo. El resultado, dos tarde de trabajo con los chicos y mas excusa para estar juntos en mi pequeño mundo de momentos ideales. Hay días en los que no me importan los siete años de estudios superiores sin dedicarme en exclusiva a la producción de lo que podría ser mi obra. Simplemente me hace sentir bien hacer estas cosas "quemando todas las naves"