14/1/09

Objetos artísticos


Juan Eduardo Cirlot 1916-1973 definió en su libro "el mundo del objeto a la luz del surrealismo " al objeto como cuatro posibles. 1-Objetos reales, o bien aquellos que poseen en realidad un sentido estricto. 2-objetos ideales, que son intemporales e indefinidos.3-objetos cuyo ser, consiste en el valer. 4-objetos metafísicos que tienen la función de agrupara todos los demás grupos pues contienen un poco de todo. Esta forma de desglose es bastante buena si lo que nos interesa es conocer un poco más de los objetos que vemos utilizados en las obras de arte. El asunto esta en que cada objeto tiene una función en si. Como ya he comentado en otras ocasiones lo que se pone y como se pone en la obra, se declara lleno de significado cuando se describe. Pero sin describir, y tan solo con el primer vistazo podemos reconocer varias cosas. por un lado si es un objeto natural o no lo es, lo podemos tasar, lo podemos valorar desde su valía económica o espiritual. Por ejemplo un ejercicio muy bueno es el de buscar entre los objetos que tenemos, por los cajones, alguno de nuestros objetos fetiche. Vamos a buscar esa cosa que siempre que nos hemos mudado no la hemos tirado. Como objeto puede ser desde una piedra, una carta, un click (juguete), lo que sea. pero al encontrarnos con el entre un montón de recuerdos de lo que ha significado y una fuerza de imán con nuestro cajón podemos entender el poder de los objetos. hay gente muy practica y afortunada sin el síndrome de Diógenes, que son capaces de tirarlo todo. Por lo general los artistas que he conocido , hasta los más clínicos y asépticos, suelen acumular objetos. Por último me paro también para explicar el poder de los objetos en el objeto de deseo. Este si que tiene fuerza, consiste en aquel que no se posee, pero se desea. Hasta que se tiene se desea con fuerza, y en el momento en que se apodera uno de él, o él de uno...entonces se desecha. La posesión de todo objeto es una mentira, pues sin interacción con el medio suele perdura más en el tiempo que el poseedor. Por mi parte tengo un lagarto de trapo, algunos soldados imperiales, tres o cuatro cartas, y el que más me gusta, una calavera de madera.

3 comentarios:

  1. Perdone usté, caballero, pero al menos los soldados imperiales son además de objetos fetiche una inversión... en Ebay se están pagando muy bien.

    De todos modos, es muy buena la advertencia sobre comprar objetos que luego no vas a usar. Precisamente me hallo en un momento en el que tengo un montón de libros en espera de ser leídos, por lo que estoy resistiéndome a la tentación de comprar más.... y cuesta, vaya si cuesta.

    Abrazos!

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  2. el asunto está en rescatar aquellos que ya tienes. En ese reencuentro se puede buscar el valor del que hablo.
    gracias y un abrazo (unico lector)...

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  3. No es el único, yo te leo y aunque con un poco de vergüenza, me veo reflejada en ese grupo de guarda cosas. Lo mio, en cierta manera tiene perdón. Ya mi madre le preguntaba a mi abuela cuando de pequeña veía los armarios a reventar de cosas inutiles, ¿Mamá, nosotros somos gitanos?
    Así han podido llegar a mi cosas increibles que guardamos de mis tatarabuelos, libros de colegio, vestidos de fiesta, juguetes...
    Eso sí, no puedo olvidarme de mis piedras recogidas en todas partes a las que voy y las que me trae la gente de sus viajes. Tengo piedras de la Isla de Pascua, de Túnez de Egipto... de un montón de sitios y la suerte de que mi madre entendía su valor y no las tiraba con "todas esas porquerías que acumulas en tu habitación"
    Lo mejor llegó en la facultad donde no tenía que esconder el frenesí rebuscador que genera en mi un contenedor lleno de papel para reciclar o un bidón de obra lleno de hierros retorcidos. Es más lo importante era llegar el primero porq si te andabas con remilgos te birlaban el cartón pluma de un arquitecto remilgado que se había "salido" con el rotring o una plancha de acero mohoso que le sobraba al albañil.
    Y lo mejor era que nadie te miraba mal!!

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