27/10/08

Equilibrio

Cuando Dédalo y su hijo Ícaro, escaparon de Minos y de Poseidón, lo hicieron volando. Dédalo fabricó unas alas con plumas. Para unir las plumas más gruesas las ató con cuerdas de bramante. Para las plumas más pequeñas utilizó cera. Viendo su ingenio, se percató de dos leyes importantes para esta variedad de vuelo sin motor. Primero no volar bajo, pues las plumas mojadas no permitían alzarse sobre el mar. Segundo no volar muy alto , no sea que el sol derrita la cera de las plumas pequeñas y estas se desprendan. Cuando Icaro voló, se fué animando y voló tan alto que se quemó. Rompió el equilibrio perdió las plumas...y cayó. Dédalo, lloró la perdida de Ícaro impotente mientras Poseidón acababa con él.

En la creación de una obra de arte pasa lo mismo. Uno puede centrarse en una pieza y darle vueltas hasta que encuentra el camino a seguir. El problemas es que cuando uno esta en el momento algido y no concentra el final de la pieza. Es cuando te pasas de la raya y te dejas llevar demasiado. Uno puede centrarse desde el comienzo , o dejarse llevar por "lo que la obra te pida" pero lo que no se puede olvidar es el finalizar a tiempo.

1 comentario:

  1. Efectivamente, F. Y siempre cabe la posibilidad de entregar la obra a tiempo y luego hacerle añadidos posteriores. Siempre hay tiempo para una versión .1, jajajaj

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